La cafetera que Tom Hanks
ha regalado a los periodistas que cubren la información de la Casa Blanca iba
acompañada por una nota muy sentida: «Keep up the good fight for Truth,
Justice, and the American Way. Especially for the Truth part». El énfasis
mayúsculo viene a ser el mismo de la letanía que entona The New York Times.
George Clooney debería
estar preocupado. Con lo de la cafetera parecía que Tom Hanks se declaraba
dispuesto a hacerle la competencia y esa impresión obtuvo una inequívoca confirmación
pocos días después: si Clooney fue el productor de Good
Night, and Good Luck, sobre el duelo que enfrentó a Edward R. Morrow y Joseph
McCarthy, Hanks va a encarnar nada menos que a Ben Bradlee. La película contará
la batalla que dio el periódico de Katharine Graham, interpretada por Meryl Streep, en defensa de la publicación de los Papeles del Pentágono. Se va a titular The Post y la dirigirá Steven Spielberg.
«This is the dream team», ha dicho Sally Quinn, la viuda de Bradlee. Y añadió,
encantadísima: «I think the timing is perfect». Exactamente lo mismo cree el
actual propietario del periódico, Jeff Bezos, que la película va a ser como un
banner gigante para captar a nuevos suscriptores en la era Trump.
Los periódicos siempre han
publicitado su probidad…
…pero ahora arrecia la campaña. Y tanta insistencia recuerda la que podría poner María Egipcíaca en el alarde de su virtud. También desconfiaba de la matraca Billy Wilder, que no en vano había trabajado como periodista en su juventud: en Primera plana, el eslogan que gastaba el sensacionalista Examiner era «La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad», y en la redacción del Alburquerque Sun-Bulletin, de la película El gran carnaval, lucía, bordada en primoroso punto de cruz y debidamente enmarcada, la leyenda «Tell the truth».
Bien, digamos la verdad: en
The New York Times no ha debido de caer
nada bien que Spielberg vaya a conceder todo el protagonismo en su película a The Washington Post. Este, al dar la noticia del proyecto cinematográfico, tampoco tuvo la deferencia de mencionar que el Times fue el primer periódico
en conseguir una copia de los Papeles de Pentágono y en comenzar a publicarlos.
No ha tenido que escocer menos en la cabecera que quiere pasar por la quintaesencia del periodismo que le hayan arrebatado a Tom Hanks, el icono
publicitario del americano amable, simpático, buenazo,
la encarnación del mito nacional-propagandístico (the American Way) que en su día asumió James Stewart. El director de The New York Times, Dean Baquet,
no
olvida las recientes afrentas y acaba de soltar esta maldad a propósito del
nuevo lema del Post:
Y ya no sabemos si hay que leerlo como crítica cinematográfica o como una pulla al discurso jactancioso de los grandes periódicos.
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